martes, 25 de noviembre de 2008

Penélope, más cerca del Oscar

A poco más de dos semanas para que comience la temporada de premios, podemos ya considerar a Penélope Cruz toda una superviviente. La razón es muy sencilla: desde que "Vicky Cristina Barcelona" se presentó en Cannes en mayo, la actriz española se ha mantenido como una seria candidata al Oscar a la mejor actriz secundaria. Dos años después de su nominación por "Volver", la madrileña aspira de nuevo a dejarse ver por la alfombra roja del Kodak Theatre. Por entonces, una todoterreno Helen Mirren iba directa hacia el Oscar y dejaba las aspiraciones de Penélope en meras ilusiones de principiante. Dos años después, la situación es muy distinta: Penélope no ha encontrado todavía a ninguna rival grande a la cual batir y para muchos, a las puertas de la temporada de premios, es la favorita número uno. De hecho, en la última apuesta de "The gurus of gold", Penélope ocupa el primer puesto y 10 de los 16 "gurús" la posicionan como la máxima favorita al Oscar final. Ante esta perspectiva, caben algunas preguntas: ¿Es realmente Penélope Cruz la favorita? ¿Qué necesita para ganar el Oscar? Y más importante aún: ¿De verdad tiene la nominación asegurada?
La parte más crucial de la carrera arranca el próximo día 4 de diciembre con el anuncio de ganadores de la National Board of Review. A partir de ahí se desencadena la temporada de premios, un verdadero aluvión de distinciones que empiezan a delimitar la larga lista de candidatos a los Oscar que ya han sobrevivido a las primeras críticas. ¿Qué suerte puede correr en ella Penélope Cruz? Ser la teórica favorita la deja en una situación ventajosa con respecto a sus rivales. Pero Cruz no tiene nada ganado. En primer lugar, ha de contar con el factor "Winslet". La incertidumbre de saber en qué categoría y con qué película tendrá la británica mayores opciones de competir por el Oscar deja aciaga cualquier posibilidad de predecir un resultado final en las categorías de interpretación femeninas. Si Kate Winslet finalmente compitiera por "Revolutionary Road" o lo hiciera por "The reader" pero en la categoría de protagonista, Penélope daría de lado a su rival más fuerte y podría posicionarse como la candidatura más fuerte en la categoría de secundaria. Esa incógnita sí le favorece en los premios de la crítica: los críticos pueden dividir sus votos entre ambos trabajos y distintas categorías, y finalmente resultar triunfadora una segunda opción, como en este caso sería Penélope Cruz. Pero ese objeto de fortuna no puede durar mucho: tarde o temprano, Winslet ocupará su lugar y si finalmente es en la de secundaria, Penélope Cruz no podrá hacer nada contra el torbenillo bloguero que reclama el Oscar para Winslet y la propia historia de la actriz, con cinco nominaciones fallidas a sus espaldas.
Pero Penélope Cruz no sólo tiene que estar pendiente de Kate Winslet. Viola Davis ha maravillado por su interpretación en "Doubt", un film muy del gusto de la crítica que, imposibilitada para recibir premios más importantes que ése, va a encontrar sus mayores posibilidades de premio en Meryl Strepp y la propia Davis. También tiene que tener cuidado con Taraji P. Henson que, además de haber entusiasmado a la crítica, puede verse respaldada por participar en la película favorita al Oscar, si finalmente "The curious case of Benjamin Button" acaba convenciendo a la crítica. El año pasado, Javier Bardem se mantuvo como el gran favorito en su categoría gracias a su portentosa interpretación y por hacerlo en la película que semana a semana se eregía como la gran triunfadora. Henson puede encontrar ahí una baza inigualable. "The wrestler" también es muy del gusto de la crítica y Marisa Tomei maravilló a todos en Venecia con su interpretación en la película de Darren Aronofsky. Tomei, eso sí, no cae bien a todo el mundo y encuentra su primera rivalidad en la otra secundaria de la película: Evan Rachel Wood. Parece que finalmente Tomei ganará la batalla interna, pero está por ver cuáles son sus opciones de cara al Oscar. Si la crítica se olvida de ella, podría peligrar hasta su nominación. Rosemarie DeWitt emerge cada vez con más fuerza como una seria alternativa y la veterana Kathy Bates en la última semana ha entrado a formar parte del ramillete de fuertes candidatas a a la nominación.
Si Penélope no consiguiera el Oscar este año, no podemos olvidar que ya está en marcha en Londres el rodaje de "Nine", el nuevo musical de Rob Marshall, donde participa la española. Pero ojo, porque como compañeras de reparto tiene a Nicole Kidman, Sophia Loren, Marion Cotillard y Judi Dench. Yo después de ver esta fotografía de la película sólo puedo decir: Guauuuuuuu!

martes, 18 de noviembre de 2008

Baz Luhrmann cambia el final de "Australia"

A dos semanas del inicio de la temporada de premios, todos quieren llegar vivos al Oscar


Para ganar el Oscar, ya no basta sólo con hacer titánicas campañas publicitarias o seducir a los críticos de formas a veces ilícitas. Siempre se ha dicho que hay películas que se hacen para convertirse en objeto de estudio, otras para puro consumo palomitero en un multicine y otras para ganar en los Oscar. Pero el problema es que la estatuilla dorada sólo la gana una película cada año y si haces una película para ganar el Oscar y no te lo llevas... casi se puede decir que tu película no ha servido de mucho. Puestos a evitar esto, las productoras hacen todo lo posible para agradar al crítico, al espectador y sobre todo al académico que vota. Y ahora parece ser que los finales trágicos no se llevan. O, al menos, que no dan Oscars. Eso es lo que han debido de pensar los productores de "Australia" que "pidieron" a Luhrmann que cambiara el final de la película. En ese primer montaje, el personaje de Hugh Jackman moría. En un pase privado para unos cuantos espectadores, la mayoría llegaron a la conclusión de que esa carga trágica al final de la película no quedaba bien. Uno de los espectadores llegó a escribir: "Si ellos no matan a Jackman al final de la historia, Baz tendrá aquí una película ganadora".Por ello, la defintiva versión que llegó a los cines australianos hace unos días y la que llegará en dos semanas a EEUU tendrá un final más feliz. Además, también se cuenta que aunque todas las interpretaciones son muy correctas, es Jackman quien ofrece la mejor interpretación de la película.
Baz Luhrmann ha hablado para "Los Ángeles Times" sobre su película "Australia" y el polémico cambio de final. Las principales conclusiones a las que se llega tras leer sus palabras es que él fue el que decidió el cambio, que no ha tenido presiones de nadie y que en este final sigue habiendo una muerte, que evidentemente no se desvela. Con respecto a las comparaciones que se han hecho entre su película y "Lo que el viento se llevó", Luhrmann señala que "`Lo que el viento...´es algo más que una película, es un icono. Por tanto, da mucho miedo que te comparen a ella. Pero es verdad que "Lo que el viento se llevó" habla de una historia de amor que se reproduce en los lienzos de un paisaje y en acontecimientos históricos, al igual que nuestra película". Sobre el público al que va dirigida la película, Luhrmann señala que "va para toda la familia". Y volvemos a los del cambio de final. Sobre él, Luhrmann señala que "en realidad, tenía seis finales en mente, pero sólo rodamos tres. Y quise concluir la película de una forma que nadie esperaba. En el final elegido sí hay una muerte, pero no daré más pistas. Pero lo que yo quiero transmitir con este final es esa esperanza de la cual se impregna la película. Como dice el niño protagonista: La lluvia caerá. La hierba crece verde. Y la vida comienza de nuevo. ¿Tú crees realmente que en mis película la gente me dice que es lo que tengo que hacer? En mis películas , yo decido".
La película se estrenó en Australia hace un par de semanas y el día 26 llega a Estados Unidos. Veremos a ver si reúne las condiciones para considerarse una película "de Oscar".



sábado, 8 de noviembre de 2008

Harvey Milk vuelve a enfrentarse a la discriminación

En 1978, el activista gay Harvey Milk era asesinado por Dan White, un político resentido y perturbado. Los homosexuales carecían de derechos legales referentes a su sexualidad y se votaba una proposición, la llamada número 6, que buscaba minar los derechos de los homosexuales y contra la que luchó Milk, también conocido como el alcalde de Castro.
Treinta años después, en muchos países del mundo la homosexualidad está castigada con la pena de muerte o cárcel. En lugares más "abiertos", como es el caso de España, la propia Reina Doña Sofía señala que "puedo comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, pero ¿que se sientan orgullosos por ser gays? (...) que a eso no lo llamen matrimonio, porque no lo es."; o en Estados Unidos, donde esta vez en el estado de California se combate con otra proposición, la número 8, que pretende abolir el matrimonio homosexual.
Elegir Castro para la premiere de "Milk", la última película de Gus Van Sant que narra la vida del activista político Harvey Milk, no fue casualidad. Éste es el barrio gay por excelencia de California, epicentro de las luchas para evitar que la proposición 8 saliera adelante. Tal como señala un artículo de elpais.com, "con el estreno de la película, el legado y la lucha de Milk quedaban oficialmente resucitados. Y Sean Penn se embarcaba en una campaña que, según opinión generalizada, podría acabar con el Oscar al mejor actor. (...) Las calles se llenaron de carteles y proclamas de los años setenta, mietras Sean Penn chillaba "¡mi nombre es Harvey Milk y estoy aquí para reclutarte!", la frase que hizo famoso a su personaje, un luchador que, dicen quienes le conocieron, también sabía ser excesivo, ambicioso."
Los productores habían decidido tomar la discrección como la vía de camino para promocionar el film: evitar la publicidad surgida de la polémica, exhibiéndola en los festivales de otoño y limitando los pases de prensa. "La mejor manera de ayudar a que esta película guste a un público masivo es evitando el partidismo, y la mejor manera de evitar el partidismo es dejar que la gente encuentre la información de la película en la plícula en sí misma" dice uno de los publicistas que llevan la promoción del film. `Brokeback Mountain´, una película con la que se le compara mucho por temática y objetivos, vino precedida por una intensa fuerza mediática que llenó editoriales y tertulias de radio. Pero esa estrategia no les puede durar mucho tiempo. Y cuando esto suceda, el estudio se enfrentará a un dilema de comercialización: cómo dar cabida al espectador que espera una película reivindicativa con los derechos de los gays con los cinéfilos que simplemente van a ver una película alejada de cualquier reivindicanción progre. Los planes posteriores a las elecciones es vender "Milk" como una historia de esperanza y de cambio cuyo protagonista, además, es gay; mientras que "Brokeback" se vendió como una historia de amor que pasó a ser gay. Al igual que "Brokeback", "Milk" cuenta con un romance gay. Pero, a diferencia de "Brokeback", en "Milk" predomina el aspecto político. Con la victoria de la proposición 8, la película puede eregirse como una contraréplica y calar hondo entre los académicos más progres. Y entonces, adiós discrección. Sin embargo, esta presentación en Castro demuestra que esta película no podrá quitarse la responsabilidad social que tiene. Y que treinta años después, la vida no sigue igual... pero casi.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Julian Schnabel lleva a la gran pantalla la historia de Jean - Dominique Bauby

El poderoso lienzo de Schnabel

Resultaría paradójico creer que este film es sólo eso: una mera película. Todos los años, es reconfortante encontrarse con una serie de títulos que diseccionan con una exactitud asombrosa la anatomía esencial del hombre. Y no es aquella que podamos encontrar en cualquier libro de medicina o biología. Hablamos de una creación aún más asombrosa y compleja que ésa: hablamos de los sentimientos, las emociones... y el compendio de todas ellas que nos forman en una conjugación tan admirable como imperfecta.Escucha una canción de la BSO de la película.

Cuando nos rompen el equilibrio emocional, cuando nos fracturamos la tecla que agita nuestro corazón, nos volvemos seres derivados hacia una situación oscura, pavorosamente incierta. Y no hay mayor miedo para el hombre que la incertidumbre...
A Jean - Dominique Bauby, el equilibrio emocional se le rompió en el momento en que despertó en una cama de un hospital y comprobó que desde entonces iba a permanecer cautivo en su propio cuerpo. La premisa con la que se inicia "La escafandra y la mariposa" no es fácilmente digerible: de forma muy abrupta, Schnabel nos ha metido en la boca del lobo, nos ha adentrado en esa oscuridad y el espectador permanece aturdido, al igual que el personaje de la película, ante esa novedosa situación en la que nos encontramos. Ayuda, y mucho, que la cámara actúe en primer persona y que podamos llegar a identificarnos con la triste desventura del protagonista. De una manera milagrosa, Schnabel es capaz de deslizarnos por el interior de ese hombre encerrado. Pero no sólo nos permite conocer sus emociones, sino también nos abre las puertas a su mundo imaginario, a su simple pero a la vez complicada forma de evasión de la realidad. La identificación que se crea entre el personaje y el espectador es absoluto, y ésa es la fórmula mágica que logra que esta película roze la maestría.
Estamos ante puro cine, ante una película que utiliza su propia naturaleza para deleitarnos con un juego mágico de imágenes y montaje, que nos cautiva desde el primer momento y que nos mantiene en una pesadilla dulce durante toda la película. Es fácil caer en la comparación entre la película de Schnabel y "Mar adentro", pues ambas tratan una misma temática aunque con un corte muy diferente. La película de Amenábar va al grano, sin fantasías (salvo un momento del metraje) ni contemplaciones. Quiere mostrar algo y lo hace, sin más, y cae en el juicio moral. Schnabel no cae en la trampa. Cuenta una historia similar, pero prefiere hacerlo desde un prisma más amable y poético. No elude el tema que subyace siempre en esta tipo de películas, pero lo que quiere contarnos en una historia profunda, que nos permite penetrar en lo más interno del corazón de este hombre que sólo se puede comunicar a través del parpadeo de su ojo izquierdo. Sólo directores con una sensibilidad artística como la de Schnabel serían capaces de llevar a buen puerto esta tarea, y si tengo que elegir entre su película o la de Amenábar, me quedo con la suya.
Mathieu Amalric logra sorprendernos con un trabajo magistral, y son muy sabrosas también las intervenciones de Max Von Sydow y de una bellísima Emannuelle Seigner. Pero esta película no lograría su alto nivel si no fuera por un excelente montaje y, sobre todo, un trabajo espectacular, maravilloso e impecable del director de fotografía Janusz Kaminski. Sólo a través del ingenio de la cámara podemos abrazar las emociones del protagonista y su trabajo es de lo mejor que he visto yo en mucho tiempo en el cine, y por supuesto se habría merecido un Oscar como rúbrica a esa talentoso labor que acomete en la película de Schnabel.
"La escanfandra y la mariposa" es, por tanto, una excepcional película, la mejor de la breve filmografía de su director y un profundo análisis, como ya he dicho, del ser humano en el área más complicada que pueda haber: la que habla de cómo somos en realidad.