En 1978, el activista gay Harvey Milk era asesinado por Dan White, un político resentido y perturbado. Los homosexuales carecían de derechos legales referentes a su sexualidad y se votaba una proposición, la llamada número 6, que buscaba minar los derechos de los homosexuales y contra la que luchó Milk, también conocido como el alcalde de Castro.
Treinta años después, en muchos países del mundo la homosexualidad está castigada con la pena de muerte o cárcel. En lugares más "abiertos", como es el caso de España, la propia Reina Doña Sofía señala que "puedo comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, pero ¿que se sientan orgullosos por ser gays? (...) que a eso no lo llamen matrimonio, porque no lo es."; o en Estados Unidos, donde esta vez en el estado de California se combate con otra proposición, la número 8, que pretende abolir el matrimonio homosexual.
Elegir Castro para la premiere de "Milk", la última película de Gus Van Sant que narra la vida del activista político Harvey Milk, no fue casualidad. Éste es el barrio gay por excelencia de California, epicentro de las luchas para evitar que la proposición 8 saliera adelante. Tal como señala un artículo de elpais.com, "con el estreno de la película, el legado y la lucha de Milk quedaban oficialmente resucitados. Y Sean Penn se embarcaba en una campaña que, según opinión generalizada, podría acabar con el Oscar al mejor actor. (...) Las calles se llenaron de carteles y proclamas de los años setenta, mietras Sean Penn chillaba "¡mi nombre es Harvey Milk y estoy aquí para reclutarte!", la frase que hizo famoso a su personaje, un luchador que, dicen quienes le conocieron, también sabía ser excesivo, ambicioso."
Los productores habían decidido tomar la discrección como la vía de camino para promocionar el film: evitar la publicidad surgida de la polémica, exhibiéndola en los festivales de otoño y limitando los pases de prensa. "La mejor manera de ayudar a que esta película guste a un público masivo es evitando el partidismo, y la mejor manera de evitar el partidismo es dejar que la gente encuentre la información de la película en la plícula en sí misma" dice uno de los publicistas que llevan la promoción del film. `Brokeback Mountain´, una película con la que se le compara mucho por temática y objetivos, vino precedida por una intensa fuerza mediática que llenó editoriales y tertulias de radio. Pero esa estrategia no les puede durar mucho tiempo. Y cuando esto suceda, el estudio se enfrentará a un dilema de comercialización: cómo dar cabida al espectador que espera una película reivindicativa con los derechos de los gays con los cinéfilos que simplemente van a ver una película alejada de cualquier reivindicanción progre. Los planes posteriores a las elecciones es vender "Milk" como una historia de esperanza y de cambio cuyo protagonista, además, es gay; mientras que "Brokeback" se vendió como una historia de amor que pasó a ser gay. Al igual que "Brokeback", "Milk" cuenta con un romance gay. Pero, a diferencia de "Brokeback", en "Milk" predomina el aspecto político. Con la victoria de la proposición 8, la película puede eregirse como una contraréplica y calar hondo entre los académicos más progres. Y entonces, adiós discrección. Sin embargo, esta presentación en Castro demuestra que esta película no podrá quitarse la responsabilidad social que tiene. Y que treinta años después, la vida no sigue igual... pero casi.
sábado, 8 de noviembre de 2008
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